Reforestación del arroyo Otero. Soto de La Marina. Cantabria.

El Mineral digital de hoy lo dedicamos a uno de nuestros tres temas, el medioambiente. Muchas han sido las personas que me han escrito preguntandome si aparte de la crítica medioambiental que a veces escribo en este blog, si existía una parte positiva o una actitud medioambiental por mi parte, o sea que si predicas pero no te lo curras. Para aquellos que desconocen mi situación laboral, decirles que trabajo en la empresa Parques y Jardines de Bezana, una empresa dependiente del ayuntamiento en el que vivo, elaboramos y mantenemos todos los parques y jardines del municipio, el cual está compuesto por varias poblaciones: Santa Cruz de Bezana, Prezanes, Sancibrián, Soto de la Marina, Maoño y Azoños. Una de nuestras principales tareas es la plantación y conservación de arboles autóctonos, y dentro de esta tarea tan gratificante se engloba el articulo de hoy. La pasada semana acompañamos a la Asociación Bosques de Cantabria y a los educadores ambientales del Ayuntamiento de Bezana en su proposito de reforestar los margenes del Arroyo Otero, en Soto de la Marina, para ello se hicieron acompañar de 30 niños procedentes del colegio "Liceo de San Juan de la Canal".Mi compañero Marcos y yo mismo teníamos la tarea de indicarles donde y como plantar, así como la de abrir los agujeros, y velar por la buena plantación y abonado de los plantones.
Las especies a plantar eran tres, laurel, avellano y encina, el laurel lo utilizaríamos para la creación de un seto en la parte más cercana a la carretera, mientras que el avellano y la encina formarían una linea paralela al curso del arroyo, la cual se pretende que con el tiempo sirva de paravientos para otras especies arbustivas y para un futuro carril bici y senda verde. Como comprobareis en las fotografías que amablemente me ha enviado María Castillo, educadora ambiental del ayuntamiento, los niños disfrutaron de una charla antes de la plantación por parte de los responsables de Bosques de Cantabria, allí les explicaron el proposito de esta reforestación y les dieron las pautas para una buena plantación, pautas que los niños en su frenesí infantil por plantar fueron olvidando a lo largo de la mañana, hubo que recordarselas uno a uno mientras trabajaban y velabamos por su seguridad y la de los plantones. es de destacar la estupenda labor de los educadores cuidando de todos ellos, así como su infinita paciencia.
Tras haber plantado unos 35 arboles cayó una tremeda tromba de agua , lo que obligó tanto a niños como a educadores a marcharse al colegio. Allí quedamos Marcos y yo, encargados de plantar los 70 arboles restantes, lo cual con nuestra maña habitual resolvimos en dos periquetes. Ha sido un placer para nosotros, fuera aparte de una feliz distracción de nuestras tareas habituales, el haber podido participar de esta reforestación infantil, ver las caras de los chavales mientras se esforzaban en hacerlo bien, cargados con herramientas casi mas grandes que ellos y también cargados de preguntas, señor ¿cuando crecera este arbol? ¿como va a ser de alto? ¿se podran comer las avellanas? y un sinfín de interrogaciones que no dabamos a basto a contestar. Una gran labor y una gran satisfacción, sin duda.
Como detalle final, decir que a la hora de salida del colegio, nos encontrabamos limpiando y semillando unos parterres en la rotonda cercana a él, agachado estaba cuando de repente oigo: "Adios Pablo, muchas gracias" y cuando levanto la cabeza veo dos niñas asomando del coche de su padre saludandome con la mano, me quedé sin palabras, no tengo hijos y tampoco siento una especial predilección por los niños, pero aquellas palabras de agradecimiento, me conmovieron. Gracias a vosotros, niños y niñas de Cantabria, vosotros sois el futuro de esta maravillosa región.

Texto: Picapiedra
Imagenes: Asociacion Bosques de Cantabria, María Castillo.