miércoles, 30 de mayo de 2018

El buscador de minerales. Memoria de una piedra.



Todos los días, desde el inicio de los tiempos, en algún lugar de este mundo nuestro, un ser vivo se agacha sobre el terreno y recoge una piedra, este leve acto, que hoy en día nos parece tan natural y cotidiano, ha fundado nuestra civilización, los múltiples usos que se han desarrollado a partir de esta recogida inicial y las miles de preguntas y cuestiones que este ínfimo acto ha planteado, crearon campos de conocimiento tan amplios y extensos que nos permitirán, como especie, migrar a otros mundos, donde también, todos los días, alguien se agachará a recoger otra piedra.

Ante la piedra, hemos preguntado, ¿Qué es esto?, ¿Me sirve?, ¿Para qué?, y hemos razonado, puedo lanzarla, afilarla, pulirla, apilarla, calcinarla, transformarla, y también puedo…..guardarla, ¿por qué?, porque es bonita, valiosa, o nos resulta interesante. La piedra ha sido moneda, patrón, tesoro y reserva, es gema, joya y quilate, combustible y energía, hemos hecho de la piedra la base sobre la que sustentarnos.

En la actualidad, en este mundo civilizado y aséptico en que se están convirtiendo las sociedades más avanzadas, recoger una piedra significa mancharse las manos, y eso puede ser fuente de un sinfín de enfermedades causadas por las bacterias, virus, y otros seres vivos que puedan vivir en ella, recoger una piedra hoy en día está prohibido, si, ha habido que proteger las piedras en zonas concretas de territorios cada vez más extensos, existen prohibiciones nacionales para impedir la recogida de animales petrificados, prohibiciones de recogida de piedras caídas del cielo, prohibiciones de todo tipo destinadas a impedir ese acto natural que ha sido y es, recoger una piedra.

Así que no es extraño que el ciudadano aséptico, rodeado de leyes y prohibiciones, aislado del medio natural, excepto como visitante ocasional para actividades deportivas de moda o turista eventual, no entienda, ni crea, que ese cristal de hierro cubico que tiene en las manos….es natural, que las diferentes morfologías de las piedras, no las ha hecho un ser humano, que existe un mundo natural, y subterráneo, que ya desconoce, e incluso teme, porque en el mundo aséptico todo es luz blanca y espacios abiertos, y todo lo oscuro, es sórdido, es sucio, es pobre, y debería prohibirse, como recoger piedras.

Los hay que nacemos con la maldición de recogerlas, los hay que sentados al borde de un lago subterráneo, con las piernas colgando en el vacío, en plena oscuridad salvo por el fino rayo de luz del casco, con un bocadillo de sardinas en una mano, y una bebida en la otra, la cara tiznada, el buzo embarrado, y los minerales en la mochila….somos malditos, si, somos esos bichos raros que coleccionamos minerales buscándolos en minas abandonadas, obras públicas y todo agujero en el suelo que nos permita llegar a ellos. No somos montañeros, ni senderistas, ni cazadores, ni turistas, somos los malditos, los buscadores.

Somos aquellos a quienes los asépticos buscan, porque quieren comerciar con lo extraído, porque quieren museizarlo, porque quieren estudiarlo, porque quieren referenciarlo, fotografiarlo, publicarlo, y guardarlo, si, guardarlo, porque hay asépticos que coleccionan, que no buscan, compran, y ante la demanda, la mayoría de buscadores vende, y el que no vende la piedra recogida, ese es maldito entre los malditos, maldito cien veces.

No sé si esta piedra que tengo en la mano, tendrá memoria, mientras la acaricio con mis dedos, y decido que hacer con ella, se me va dibujando una sonrisa en la cara, porque sí, yo si tengo memoria.

Texto e imagen: Maldito Picapiedra



martes, 29 de mayo de 2018

Sulfuros y óxidos de las minas de Camargo. Cantabria


Buenas tardes, lectores del Mineral Digital, durante mucho tiempo se explotó la minería del hierro en Cantabria, en dos zonas principalmente, la oriental, lindera con la muga vizcaína, y la central, alrededor del arco de la bahía de Santander, en esta última tuvieron gran actividad las minas de hierro del Valle de Camargo, las cuales extraían este en su mayoría de chirteras de goethita de varios metros de espesor. Este tipo de yacimientos de hierro sedimentario, no producen cristales, el hierro se presenta en forma de lentejones o nódulos, meteorizado por la acción del agua en el lodo ferruginoso en el que se encuentra.
Sin embargo, en zonas muy concretas, donde el hierro aprovechó los crestones calizos y el cobijo de los huecos dolomíticos, encontramos sulfuros y óxidos cristalizados, marcasitas, piritas, hematites y goethitas, nada exagerado por su tamaño eso sí, frecuentemente son agrupaciones milimétricas, en algún caso centimetrica, y raramente decimetrica, en su gran mayoría destacan por encontrarse en un estado de alteración, pero como veréis en las imágenes que acompaño, eso no les resta belleza o contraste. Os dejo con una galería de imágenes propia, no esperéis gran calidad fotográfica, sigo siendo un correprisas con las cámaras. Un saludo.
































































 Espero que os guste esta galería, un saludo norteño

Texto e imágenes: Picapiedra


 
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