Ofitas de Parbayón. Piélagos. Cantabria. Capitulo I.

Comenzamos este lunes en el Mineral Digital con otra de mis recientes salidas, en esta ocasión dirigí mis pasos en busca de una antigua mina, la cual encontré ayudado por un viejo minero y un cazador, lástima que la nevada era intensa y estaba practicamente cubierta del todo, habrá que volver en mejor ocasión. Tras despedirme de mis acompañantes puse rumbo a casa, había transcurrido practicamente toda la mañana buscando la explotación, estaba empapado y lleno de barro y apetecía una duchita y un calduco caliente. Os relato todo esto para que veais de qué fragiles momentos depende encontrar o no unas piezas, al pasar por el Valle de Piélagos, ya cerquita de casa, recordé que allí hubo antiguamente una gran explotación de yeso, la yesera de Parbayón, la cual contaba con varias galerías que aún no había visitado, tras desviar mi camino me interné en dicha población, directo a la yesera, mi gozo en un pozo, donde estaba la mina ahora había un enorme poligono industrial, pregunté a un paisano por las galerías, me dijo que cuando cimentaron para hacer las naves, lo taparon todo y que ya no quedaba ni rastro de ellas.
Por segunda vez aquel día me quedaba sin desempolvar maza y cincel, monté en el coche y volví a salir a la carretera, al poco, unas excavadoras me llamaron la atención, habían horadado la ladera contigua, la cual se veía roja de limos yesiferos, y entre ellos asomaba la punta de un filón de ofita, no era muy grande, apenas de diez por diez metros, pero suficiente para pegar cuatro mazazos. La ofita se veía alterada, no era demasiado dura y se desprendía bien a cada golpe, ningún mineral a la vista, sin embargo y al cabo de una hora de trabajo, empecé a vislumbrar una hermosa veta de hematite, presa de la fiebre minera, la emprendí a golpes de puntero con la veta, extrajé del orden de cincuenta piezas, rosas y abanicos de hematite de entre 0,5 y 2,5 cm de diametro en lascas de hasta 20 cm, plagadas de ellos. Estas que veis son algunas de las piezas, destacar el intenso brillo de los cristales, su estupenda morfología y sus tamaños, ya que al tratarse de hematite en matriz es poco habitual en las ofitas del norte encontrarlos en estos tamaños.
También extraje piezas pequeñas de 4 x4 y 6x6 cm con rosetas solitarias, así como piezas acompañadas de cuarzos y de yeso. Espero que os gusten las piezucas, mañana publicaré el segundo capitulo de mi pelea con estas ofitas y de los minerales que conseguí extraer de ellas, aparte de hematites, justo antes de que las excavadoras finalizaran su trabajo y las hormigoneras lo cubrieran todo con su manto de cementos. Un filón de fin de semana, que, como comprobareis por la entrada de hoy y la de mañana, ha sido de lo más interesante.
Saludos picapedreros.
Texto e imagenes: Picapiedra