Minas de Zeraín. Coto minero de Aizpea. Guipuzcoa.

Reiniciamos la actividad del Mineral Digital tras las vacaciones, con una nueva visita a este coto minero guipuzcoano, donde en pasadas visitas habíamos extraído buenos ejemplares de barita, en esta ocasión nuestro propósito era conseguir algunos piezas de blenda (esfalerita) roja de una veta que habíamos visto anteriormente. La primera sorpresa del día nos la deparó el diferente estado del yacimiento respecto del año pasado, en aquella ocasión habíamos observado las geodas picadas por toda la pared, en esta, la pared se encontraba totalmente derrumbada, las huellas de los martillos neumáticos eran claramente visibles por todo el yacimiento, grandes rocas habían sido arrancadas de ella y la escombrera creada invadía el camino, una labor sin duda de varios días y de varias personas, el resultado, el destrozo que teníamos delante. Sin dejarnos desalentar por todo esto procedimos a buscar la veta de blendas, dimos un suspiro de alivio cuando descubrimos que ésta no la habían tocado, allí seguía incólume y oculta de los martilleadores, poco a poco fuimos extrayendo ejemplares de estas esfaleritas rojas que tanto nos habían gustado cuando las encontramos el año anterior, con la ayuda de maceta y puntero fuimos sacándolas cuidadosamente, envolviéndolas y llenando mochilas. En las fotos inferiores podéis observar algunos ejemplares acompañados de barita y ankerita. También recogimos algunas piezas de galena, calcopiritas sobre ankerita y barita y alguna siderita. Ya por último extrajimos malaquitas aciculares sobre goethitas, finos cristales que destacaban sobre las matrices oscuras de los óxidos de hierro. Constatamos que este yacimiento se halla prácticamente agotado en lo que a baritas se refiere, las labores de este último año han acabado con cualquier rastro de ellas, hallándose cristales rotos por toda la explotación. Aquellas que no pudieron o supieron sacar con maquinaria pesada, las reventaron, con lo cual creemos que le hicieron un flaco favor a los que vengan detrás, los cuales apenas encontrarán micros y pequeñas piezas para colección, la codicia de unos pocos perjudica siempre a todos los demás. En cualquier caso, este yacimiento de Zeraín seguirá figurando en nuestras memorias, a través de los documentos gráficos y de las piezas en nuestras vitrinas.