Todo el complejo minero asociado a estas instalaciones fue promovido fundamentalmente por dos compañías extranjeras; la inglesa The Bede Metal & Chemical Company Limited, en el siglo XIX, y la francesa Société Anonyme Saint Gobain, Chauney et Cirey, a principios del XX.
El muelle-cargadero del Puerto de la Laja se construyó en 1858 para dar salida al mineral extraído de las minas de Herrerías, La Isabel, Cabeza del Pasto y Santa Catalina, localizadas en los términos de El Almendro, Puebla de Guzmán y El Granado.
Sus instalaciones, que fueron ampliadas y modernizadas en la segunda década del siglo XX, aprovechan la pendiente natural de la ribera y constan de tres partes escalonadas bien diferenciadas: la plataforma donde se asentaba la maquinaria, de 150 metros de longitud y adaptada al perfil curvo del cauce fluvial; un segundo espacio de nivel intermedio que servía para acopio y recepción del material, y el edificio de almacenaje.
La construcción de este muelle-cargadero originó la fundación, en el último cuarto del siglo XIX, de un asentamiento que aún conserva parte de la trama urbana y del caserío originales. El núcleo se caracteriza por las cuarteladas, una tipología de viviendas mineras de reducidas dimensiones y organizadas en hileras paralelas. Junto a estas edificaciones sencillas, de una o dos plantas, sobresalen otras de mejor factura, como la antigua casa del ingeniero, la capilla o la casa de los curas. Parte del conjunto ha sido rehabilitado para su actual explotación turística. El Sardón surgió a finales del siglo XIX como un pequeño asentamiento para el almacenaje y carga de mineral, cuando funcionaba el cable aéreo que transportaba el material hasta Puerto de la Laja.
Fuente: Huelva Información
Texto: Juan Guerrero
Imagenes: Paco Mendoza, Grupo de las 80 Boyas, Asociación de amigos del Ferrocarril.
Enviado: Jesús Padilla
Composición: Picapiedra
2 comentarios:
Un blog precioso de verdad. Nos hace viajar y conocer, no sólo por las fotos, si no, mucho más, por las explicaciones. Muy buen trabajo!!!
Te sigo desde ahora, y te invito a conocer mis blogs. Será un placer verte por allí. Un abrazo desde Buenos Aires
Gracias por tus amables palabras Susana, siempre habrá un tiempo para tu poesía.
Un saludo norteño
pablo
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