Una década como operario en la extracción de granito en
Porriño le bastó a Hernando Freiría para padecer silicosis con 31 años.
"Un caso raro según los médicos", afirma. Con 37, le transplantaron
ambos pulmones. Asegura que la enfermedad se podría haber evitado con
"medidas de prevención".
Esta semana, Porriño acogía la primera reunión de la única
asociación gallega de afectados por la silicosis, Osílice. En ella, los 150
asistentes conocían el caso de Hernando Freiría, un ex operario de las minas de
granito porriñesas que tuvo que prejubilarse con tan sólo 31 años por padecer
silicosis, que en su caso evolucionó "más rápido de lo
normal", sostiene. Natural de Mosende (Porriño), el ex obrero cuenta los altibajos de una vida paralizada por una
enfermedad "que se puede evitar", afirma.
Freiría que tiene hoy 48 años. Ingresó en las canteras de
granito de Porriño a la edad de 20 años. Durante casi una década, trabajó en
este sector desconociendo que en sus pulmones se estaba desarrollando una
enfermedad grave. Sin embargo, comenzó a sentir "molestias a nivel
muscular y en los pulmones; fui al médico y me dijo que era tensión muscular.
Pero los dolores continuaban, así que meses más tarde me dirigió al especialista,
que me había diagnosticado tuberculosis", comenta. Mientras, se encontraba
de baja por enfermedad.
El tratamiento contra su supuesta tisis duró nueve meses,
pero no había síntomas de mejora. Por ello, lo enviaron al Instituto Nacional
de Silicosis, que se encuentra en Oviedo. Allí, le detectaron silicosis, por lo
que se prejubiló.
Tenía entonces 31 años. "Vivía cuidando mi finca, hacía
una vida normal dentro de lo que cabe. Pero a los 35 empecé a empeorar. Me
costaba algo tan sencillo como levantarme, tomarme una ducha, no conseguía
respirar. Me vestía muy despacio. No era capaz ni de calzarme ni de atarme los
cordones. Caminar me resultaba difícil. Era un sufrimiento no tener aire. No
podía dormir acostado, sólo sentado y no durante más de dos horas. Llegué a
tener anorexia porque no tenía apetito".
De esta forma, a los 37 años, le realizaron un transplante
de ambos pulmones en el antiguo Hospital Juan Canalejo, en A Coruña, en una
intervención quirúrgica que duró más de diez horas en la que le "abrieron
de axila a axila".
Al evolucionar de forma favorable, Hernando Freiría volvió a
respirar normalmente: "la vida me mejoró muchísimo, gané peso y dejé de
estar constantemente en el hospital, fue como volver a nacer", señala.
Fernando se une a Osílice con la intención de prestar apoyo
a los afectados o que están en riesgo de sufrir la dolencia. Critica la
"falta de medidas de prevención en las canteras" ya que "si las
empresas hubieran tomado las medidas de seguridad necesarias y aportado
información, no habría tenido esta enfermedad", asegura. Añade que en una
de las visitas de Sanidad en los años 90, "consideraron que vivíamos en
unas condiciones de trabajo infrahumanas".
Fuente: Faro de Vigo
Texto: Joaquín Cardoso
Imagenes: D.P., La Voz de Galicia, Granitos del Val y Kalipedia.
Enviado: Xosé Fuentes. Vigo
Composición: Picapiedra
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