lunes, 6 de julio de 2009

Entrevista y Homenaje a Eliseo Mourelle Rial. El wolframio y los nazis en Galicia.

Tras el estupendo trabajo sobre la mina de Varilongo de nuestro compañero Carlos J. Rodríguez en el Mineral Digital de la semana pasada, abrimos la semana con una entrevista y el homenaje que se le ha rendido a uno de los fundadores de esta mina. También la ampliamos con una noticia acerca de la minería del wolframio en Galicia controlada en su momento por la Alemania nazi. Eliseo Mourelle Rial, fundador de Canteira da Mina, recibe a los 78 años el tributo de la asociación xalleira de empresarios ·· Empezó a trabajar con diez años buscando mineral, y llegó a tener 40 operarios a su cargo
En Castriz, dentro de una típica familia xalleira de 12 hermanos, veía la luz Eliseo Mourelle Rial el 3 de marzo de 1931. Corrían malos tiempos, y había que buscarse las lentejas, que de aquella tenían forma de wolframio. Ahora, el fundador de Canteira da Mina y Alquileres Braña Rica disfruta de su merecido retiro y el cariño de la patronal, que se reúne en el restaurante Molesón para homenajearlo.
_ ¿Cómo descubrió su vocación por el wolframio con sólo 10 años?
_Pues la verdad es que yo iba para cura, pero eramos muchos hermanos y mis padres no podían discriminar dándonos carrera a uno sí y a otros no; tenía 10 años, y estaba a punto de que me enviaran con familiares a Buenos Aires cuando encontré una piedra oscura y muy pesada en un vallado. Un señor me preguntó cuánto pedía por la piedra, y le dije que 25 pesetas. Me dio 24 y decidí seguir.
_ Era una época dura, ¿de qué forma se hizo un hueco en la patronal?
_ Recuerdo ver hasta 300 personas en una pequeña cuesta de Santa Comba buscando wolfram. Me junté con otros chavales de mi aldea y recibíamos 15 pesetas por kilo de material encontrado. Pienso que yo tenía un olfato especial, porque los mayores iban siempre detrás de mí a ver donde buscaba y yo me guiaba por un razonamiento lógico: el wolfram es una piedra pesada que, tras el diluvio universal, debió de acumularse en puntos muy concretos... y solía acertar. En 1947, y con sólo 16 años, me asocié con el personal del grupo minero Santa Comba, llegando a tener 20 obreros a mi cargo. En 1952 la cifra de operarios llegó a cuarenta, hasta que con 21 años tuve que ir a hacer la mili. En 1985 aproveché el parón de la empresa minera Coparex para fundar Canteira da Mina con José Pose, compaginando la extracción de áridos con el aprovechamiento de restos de wolfram y estaño. En 1991 compré Apreminsa, firma para la que trabajabamos en régimen de contrata, y en la que trabajaba con diecisiete operarios a mi cargo.
_ Supongo que el tributo de sus colegas es más que merecido. ¿Se le ocurren más agradecimientos?
_Tengo mucho que agradecerle a Antonio Landeira, presidente de la Asociación de Empresarios de Santa Comba, que me vino a buscar para el homenaje de hoy. También a mi mujer, Anuncia Brenlla, con la que me casé en 1955 y tuve dos hijos, Ángel y Felicidad. También al que fue mi maestro, Antonio de Vilagarcía, que me enseñó las cuatro reglas. En plena etapa de recesión hay empresarios que afirman no temer la crisis, porque las etapas bajas también forman parte de su apuesta. "Un empresario sabe que hay que seguir, que hay años buenos y malos momentos, pero siempre hay que tirar para delante si cree en el proyecto". Así lo afirmaba Eliseo Mourelle Rial, el empresario xalleiro de 78 años al que la Asociación de Empresarios de Santa Comba decidió rendir su homenaje anual.
Mourelle, de familia de labradores, es el fundador de de Canteira da Mina y de Alquileres Braña Rica, y asegura que el reconocimiento de sus homólogos es una de las mayores satisfacciones de su vida, porque aunque goza de un merecido retiro, subraya que "un empresario no se retira nunca. Ahora la gerencia la lleva un socio, sigo pendiente de mis operarios".
Eliseo, junto a su mujer, sus hijos y sus nietos, vivió una de las jornadas mas importantes de una vida, nada fácil, ya que desde los diez años sabe lo duro que es dedicarse a la vida laboral. "Este homenaje es para mi algo inolvidable", decía. Un centenar de personas participaban en el almuerzo homenaje al empresario xalleiro en el restaurante Molesón. En la mesa principal esta acompañado por la directiva de Asociación de Empresarios de Santa Comba, que un día antes había celebrado su asamblea general para decidir la renovación de la junta directiva. Según explicó el actual presdiente de la patronal, Antonio Landeira, lo que se hizo fue anunciar que si había alguna candidatura interesada se abriría un proceso electoral, tal y como marcan los estatutos de la asociación, "pero dado que no se presentó nadie, decidimos seguir la junta que estamos durante dos años, período en el que creemos que ya está nuestro ciclo terminado y que tiene que venir gente nueva. Es decir, dentro de dos años se convocarán nuevas elecciones".
Landeira asegura que no va a volver a presentarse como presidente dentro de dos años, y que sus objetivos son asentar la feria multisectorial e intentar formar un centro comercial abierto, que dé un impulso al comercio y los empresarios xalleiros.

Foto superior: Nazis atracados en Villagarcía.

El Instituto de Estudios Gallegos divulga un trabajo que aborda su explotación y repercusión en el Barbanza .Firmado por Leonardo González y Xurxo Ayán, incluye las vicisitudes del comercio con la Alemania nazi
La explotación del wolframio fue una mina, y único recurso, para muchos en los tres lustros que separaron el comienzo de la II Guerra Mundial y el fin de la de Corea (de 1939 a 1951). Y de su repercusión da fe un programa que se presentará hoy en el Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento (rúa de San Roque, 2) a las 11.00 horas, titulado Investigación etnoarqueológica de la industria del wolframio en la comarca del Barbanza, y rubricado por la empresa Alicerce y el Laboratorio de Patrimonio, LaPa, del CSIC.
El objetivo de este proyecto ha sido profundizar en el estudio de la explotación intensiva del mineral de wolframio -empleado como aleación por su resistencia al calor- en los municipios del Barbanza (Rianxo, Boiro, Pobra do Caramiñal, Ribeira, O Son, Noia y Lousame). Como apunta Leonardo González, de Alicerce, investigador principal junto con Xurxo Ayán, del LaPa del CSIC, "en esos años la explotación de mineral de wolframio fue un factor estratégico en la industria armamentística de los participantes en las contiendas".Foto superior: Cementerio nazi de San Amaro. La Coruña.
Ayán, por su parte, destaca el carácter pionero de esta investigación, que tiene sus orígenes en el proyecto de excavación de los castros de Neixón (2003-2008) y el buen entendimiento y colaboración entre la industria privada y departamentos universitarios implicado.
Y, por medio, una oportunidad laboral única para los vecinos de las zonas más deprimidas en plena posguerra. "La península del Barbanza se convirtió en esa época en un referente de la explotación minera del territorio gallego, en un escenario privilegiado del imparable furor minero y de las idas y venidas de agentes alemanes y del contraespionaje británico". Los resultados que se obtengan servirán de base para comparar la explotación de wolframio con otras áreas, como Xallas, Bierzo, Deza o Valdeorras.

Información complementaria: Un estupendo reportaje fotográfico de las minas nazis en Orense, Galicia: http://enmemoriadelolvido.blogspot.com/2008/09/campo-de-concentracin-y-minas-nazis-en.html

Fuente: El Correo Gallego
Texto: Marcos Manteiga.
Imágenes: M. Manteiga y Elvira.
Composición: Picapiedra
Enviado: Carlos J. Rodríguez.

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