En poco tiempo conseguimos extraer diferentes muestras de estas malaquitas, rondando los tamaños desde los pocos milímetros a los tres centímetros, acompañadas de cuarzo y calcopirita, como es habitual en esta antigua explotación de cobre reinosana.
Se apreciaba en el yacimiento la actividad veraniega de la que ha sido objeto, hecho del cual nos alegramos ya que ese es uno de los objetivos de su publicación en el blog, que cualquier aficionado pueda visitar los yacimientos y extraer sus propias piezas, siempre respetando el entorno y el lugar donde se encuentran.Tras escarbar un poquito en la escombrera sacamos a la luz diferentes rocas que prometían ser malaquiteras, como así fue, siempre es un placer comprobar que aún se encuentran preciosos cristales aciculares y en abanico, con delicados crecimientos sobre el cuarzo.
Recogimos una mochila de malaquitas de las cuales hemos desechado muy pocas tras su limpieza, aquí os muestro algunas de ellas (las que me quedé yo) con las cuales aún sigo haciendo pruebas con mi nueva cámara, espero cogerla el tranquillo pronto ya que esto de la fotografía macro tiene su aquel e ir mejorando la calidad de las imágenes que vayamos incluyendo en el blog.
Una visituca satisfactoria y una nueva caja de piezas para intercambio, que esperamos viajen por todo el país como ya hicieron sus predecesoras, engrosando vuestras colecciones.
Texto e imágenes: Picapiedra
1 comentario:
se nota, se nota que ha mejorado (y mucho) el fotógrafo. Enhorabuena. Si ya sorprendías antes a tus seguidores con lo que ibas encontrándote, que se preparen ahora. Un saludo,
carlos J.
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