La minería del carbón cierra en Cataluña.

La última mina de carbón catalana, Mibsa, ubicada en Seròs (Segrià), sellará sus dos bocaminas en los próximos días. La empresa, con 130 kilómetros de galerías, comunicó ayer al Ministerio de Industria que se rinde. Se acoge a las ayudas al cierre, unos 4,5 millones de euros. Su gerente, José Valero, que ya tiene en mente un proyecto turístico para aprovechar las galerías, calcula que con las ayudas habrá dinero para pagar a Hacienda las deudas que arrastra desde 1991 -dos millones- y afrontar los costes del desmantelamiento. Los 22 mineros tienen pendiente el cobro de siete nóminas. Jesús Pi, delegado de UGT en Mibsa, junto al acceso a la mina durante la huelga de hambre que mantuvo.

Hijo y nieto de minero y con un hijo trabajando en la empresa, Valero comunicará hoy a la Dirección de Minas de Lleida que cerrará mañana. Ha intentado sin éxito renovar un aplazamiento de pago con la Agencia Tributaria que bloqueaba la concesión de subvenciones del Ministerio de Industria.
En un intento por acelerar la solución, uno de los mineros, Jesús Pi, delegado de UGT y a la vez pequeño accionista de Mibsa, inició a finales de septiembre una huelga de hambre que duró 11 días y acabó el día 7. Con 47 años de los que ha pasado 29 en la mina, es uno de los cinco mineros que se jubilan. Para el resto, UGT negocia colocaciones en las minas de Mequinenza (Zaragoza) y Teruel o indemnizaciones.
La mina, conocida como Separada Canota, inició su actividad en 1862 y tuvo su momento de mayor número de trabajadores en 1990, con un centenar. Facturaba 2,2 millones de euros y producía 43.000 toneladas de carbón. El cierre de la explotación, que está paralizada desde junio, dejará unas existencias de 4.000 toneladas de carbón y 20.000 pendientes de lavado.
Fuente: El Periodico de Catalunya
Texto: Rosa Matas.Lleida
Imagenes: Ramón Gabriel
Enviado: J.L.A.
Composición: Picapiedra