El pasado mes de abril, después de haberme llamado la atención en la versión digital de la revista Bocamina, decidí acercarme con mi padre al yacimiento de goethitas de Tordelrábano, en Guadalajara, donde el tiempo era idóneo, fresco pero soleado. Nos pusimos en marcha con picos, guantes, gafas y comida para pasar la tarde.
El viaje es entretenido, porque la carretera, entre bache y bache, deja ver un paisaje verde y amplio, y aunque los mapas y los alrededores parecen indicar que este municipio está abandonado, contiene un conjunto de casas antiguas y villas bien cuidadas que dan la impresión de ser más bien casas de campo o chalets de vacaciones. Esta población de la serranía sólamente cuenta con una población de once habitantes.Hay que señalar que existe una prohibición de coger piedras en este municipio. No parece tener ningún sentido. Recoger minerales allí, con la conveniente protección, no entraña peligro alguno, y no se viola ningún terreno privado. Los carteles con la inscripción “prohibido coger piedras” han desaparecido, aunque al parecer se ha puesto alguna multa, cuya cuantía es de 20 euros. Nosotros no tuvimos ningún problema.
Una vez en el yacimiento, frente a las últimas viviendas del pueblo, encontramos un entorno semiárido, con algunas basuras y electrodomésticos vertidos, y recorrido por un pequeño riachuelo (probablemente de curso irregular, posiblemente sea más fácil distinguir muchos geodinos tras un aumento del caudal).
Se puede buscar por un terreno muy amplio, pero hay bastantes sedimentados en este arroyo, cuando llega a la explanada que puede verse en las fotos (es muy recomendable el artículo en Bocamina sobre este tema). También puede irse más arriba y buscarlos en puntos más elevados picando o recogiendo. Conviene denunciar acumulaciones de basura y electrodomésticos viejos que afean el lugar.
Foto superior: Hematites de Tordelrábano.
¿Por qué estas goethitas son tan especiales? Las goethitas, con una cristalización muy poco usual negra y brillante, se encuentran dentro de los cientos de geodinos de calcita y cuarzo, que hay por el suelo, que suelen tener de uno a 7 u 8 centímetros de diámetro comúnmente y son achatados y de color más pálido que el resto de las piedras. Cristales de goethita como los de Tordelrábano son excepcionales; éste es un mineral muy común, pero inidentificable en esta forma conociendo los ejemplares más grandes, negros o irisados y mucho menos cristalizados que nos ofrecen otros yacimientos. De un tamaño común que va desde pocos milímetros hasta algo más de un centímetro, hasta dos o tres mm de ancho según nuestra experiencia; las cristalizaciones crean la impresión de una tela de araña negra y rígida, o un entramado de cables brillantes.
A pesar de que solo un pequeño porcentaje tiene una buena cristalización de goethita o hematites, con entusiasmo y experiencia puede recolectarse un buen puñado de piezas aceptables.
Pese a que no requiere un gran esfuerzo, buscar las goethitas puede volverse tedioso. Las piezas están repatirdas por una extensión inmensa y los geodinos que ha costado encontrar y luego no contienen nada pueden desesperar, sobre todo al ser un principiante como yo y no distinguirlos bien de las piedras corrientes. Conviene armarse de paciencia y el esfuerzo terminará dando sus frutos.
Texto: Guzmán García. Toledo.
Imagenes Tordelrábano: Borja y Luis León. Guadalajara
Fotografía minerales: Picapiedra
2 comentarios:
He comenzado a compartir con los minerales, con los huesos de la tierra. Me han aportado muchísimo y te felicito por página tan informada... de veras que deben ser supremamente intuitivos para encontrar semejantes bellezas
Hola Vicky, encantados de tenerte como lectora del Mineral Digital. Para encontrar minerales, es como todo, ilusión, dedicación y esfuerzo. La suerte también influye, pero en menor medida. Un saludo desde España.
Pablo
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