La "fiebre del oro" del Imperio Romano alcanzó a
Gondomar. Al menos, así lo creen el arqueólogo Gustavo Pascual Hermida y el
geólogo experto en minería antigua Óscar Pazos Rodríguez, que han descubierto
indicios de la existencia de un asentamiento poblacional asociado a varias
minas a cielo abierto a apenas un kilómetro del centro urbano. El hallazgo se
sitúa en el Monte Picoto, desde la zona de As Rochelas a la de O Abear, el
espacio forestal tras el cuartel de la Guardia Civil y la iglesia de San Benito.
Ambos investigaban la zona, donde la Dirección Xeral de Patrimonio había
catalogado hace años dos explotaciones, llamadas oficialmente "As Covas de
Sarmiento 1 y 2" y conocidas popularmente como "As Fundas de
Sarmiento".
Pero sus estudios concluyen que el complejo no se
circunscribe solo a estas dos minas, sino que las fosas abiertas en el terreno
para extraer el preciado metal se extienden por toda el área Monte Picoto, por
lo que podría triplicar la superficie registrada por la Xunta, de unos 42.500
metros cuadrados.
Los trabajadores de estos yacimientos auríferos podrían
haber residido muy cerca, a apenas 300 metros. Los expertos han encontrado
claras evidencias de la presencia de un castro en la zona de O Abear, rodeado
de un vial con el evocador topónimo de Camiño das Castras, que apunta a la
existencia del asentamiento. En sus diversos rastreos del lugar, los
investigadores han hallado piezas de cerámica "probablemente
correspondientes a utensilios domésticos".
Pese a las dificultades que imponen árboles y maleza para
identificar los vestigios romanos, con toda probabilidad del siglo I de nuestra
era -momento en que se extendió el interés por encontrar oro en todo el
territorio del imperio-, los expertos localizaron un pequeño promontorio de
forma oval que les llamó la atención y que podría albergar el poblado. En sus
proximidades, vieron enseguida que las "Fundas de Sarmiento" estaban
rodeadas de numerosas zanjas más anchas o estrechas, que podrían haber acogido
actividad minera a lo largo de diversas épocas de la historia. "Se sabe
que en torno a los siglos XVI y XVII regresaron a la península numerosos
retornados de las Indias, que conocían las técnicas de la búsqueda de oro en
los ríos americanos y que las habrían aplicado aquí", explica Gustavo
Pascual. En ese punto se sitúan ahora sus estudios, ya que el arqueólogo y
profesor de Historia sospecha que las minas podrían haber sido recuperadas en
la Edad Moderna bajo la orden de Diego Sarmiento de Acuña, conde de Gondomar,
aunque por el momento solo es una hipótesis.
Para sacar conclusiones más ajustadas y "conservar un
patrimonio que es de todos los ciudadanos", los investigadores defienden
la excavación arqueológica en la zona, aunque ese terreno ya corresponde a las
administraciones.
Fuente: Faro de Vigo
Texto: Neli Pillado
Imágenes: Faro de Vigo y Masquepetroglifos.
Enviado: Jose Luis Salvatierra. Vigo
Composición: Picapiedra
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