Imagen superior: Junta directiva de la Fundación Atlantic Copper
El Mineral Digital de ayer, 23 de Abril del 2012, fue una
entrada publicando las reflexiones de D, Rafael Salgueiro sobre el proyecto de
reapertura de las minas de Riotinto, dichas reflexiones de este profesor
universitario, entre otros títulos, las publicamos enteras, sin que las faltara
una sola coma, el objetivo era que nuestros lectores pudieran informarse por una fuente externa y
supuestamente imparcial de cómo se está desarrollando esta pretendida
reapertura minera.
Como editor de este blog, me permití introducir una frase
fuera de dichas reflexiones, concretamente en el párrafo inicial, en la
biografía de D. Rafael, dicha frase es la última que figura en su currículo, y
es esta: “También forma parte de la Fundación Atlantic Copper”. En el currículo
oficial del señor Salgueiro, no figuraba ser miembro de esta fundación, debería
actualizarlo, así los lectores de sus opiniones en los diarios andaluces
podrían juzgar el porqué de muchas de sus afirmaciones. Esta frase añadida en
dicho párrafo ha sido mi pequeña introducción a este editorial de hoy, no deberíamos juzgar o criticar, sin poseer
toda la información sobre una persona y sobre sus prioridades.
Para aquellos que no sepan lo que es la Fundación Atlantic
Copper, pasaremos a explicárselo, se trata de una entidad sin ánimo de lucro,
cuyo objetivo es la puesta en marcha de acciones de responsabilidad social
corporativa, encaminadas a estrechar lazos con la sociedad de Huelva. Entre sus
fines principales encontramos:
1. El desarrollo humano, económico, social y cultural de la
provincia de Huelva, a través de la formación y la capacitación intelectual y
profesional de jóvenes con un entorno económico y/o social adverso.
2. La investigación y difusión medioambiental, así como de
las medidas encaminadas a la regeneración del espacio físico
3. La investigación y difusión del comercio internacional de
materias primas básicas, especialmente de minerales, y su influjo en la
actividad económica.
4. La colaboración en la conservación y difusión del
patrimonio histórico-artístico-cultural de la provincia de Huelva.
Resulta especialmente reseñable el punto número tres, es el
punto de inflexión de la política de responsabilidad social corporativa de la
empresa Atlantic Copper S: L. la cual lleva instalada en Huelva desde el siglo
XIX, esta empresa, cuyo origen se remonta a los banqueros y empresarios
británicos que crearon la Río Tinto Company Limited, pertenece desde 1993 al
holding estadounidense radicado en Arizona: Freeport McMoran Copper & Gold.
Es decir, que este holding norteamericano es el propietario de Atlantic Copper,
y por ende, el mandamás de la Fundación con el mismo nombre. Por lo tanto las
becas universitarias que concede dicha fundación, así como las subvenciones y
ayudas a la investigación etc…no son más que una cortina de humo que oculta sus
verdaderas intenciones, allanar caminos y no contar con ningún tipo de
oposición vecinal o medioambiental a sus proyectos mineros, en pocas palabras,
un soborno social.
Ahora que ya nos vamos situando, veamos cual es la política
de responsabilidad social que emplea Freeport McMoran Copper &Gold en otros
países. Reseñemos primero que esta empresa minera ha sido finalista este año
2012 de los prestigiosos “Eye Public Awards” que conceden las organizaciones
EvB y Greenpeace a nivel mundial, estos premios se conceden a aquellas empresas
que han destacado durante el año anterior por su total falta de escrúpulos
comerciales, su desprecio por los Derechos Humanos y por su daño al
Medioambiente. Freeport McMoran no ha logrado el galardón final, aunque ha
luchado arduamente por llevárselo, para ello ha utilizado su mejor recurso, la
mina de oro de Grasberg, en Papúa Occidental,
Indonesia. Esta explotación ha generado una gran controversia debido a
sus métodos de eliminación de deshechos, al impacto en el ecosistema, a su
falta de transparencia, y a sus conflictos con las comunidades que la rodean.
La mina genera 700.000 toneladas de residuos diarios, lo cual representa el
mayor volumen de residuos producidos por una sola actividad industrial en el
mundo. Para proteger sus intereses en la zona, Freeport McMoran no ha ofrecido
becas, ni ayudas a la investigación, sino que ha donado 79 millones de dólares
a la policía y al ejército, ambos con un amplio historial de violación de los
Derechos Humanos en su país. A día de hoy son casi 200 las personas que han
muerto en la zona minera, incluyendo a trabajadores de la mina Grasberg,
quienes se pusieron en huelga alegando que eran los trabajadores de Freeport
McMoran peor pagados del mundo, diez personas murieron asesinadas por exigir
sus derechos laborales. Mientras tanto, la empresa ha destruido el estuario del
río donde vierte sus residuos, contaminando toda vida acuática y terrestre.
Estamos pues ante un gigante de la minería, quien no duda en
donar millones para armas en el Tercer Mundo o unos cientos de miles para becas
en la Europa civilizada, todo con tal de obtener su objetivo principal, la
eliminación radical de toda traba a sus explotaciones y proyectos. Por lo
tanto, si analizamos en profundidad el articulo de D. Rafael Salgueiro, en el
cual defiende y anima a la puesta en marcha del proyecto de Riotinto,
encontramos que dicho proyecto y su EIA (Estudio de Informe Ambiental) nacen
corrompidos y contaminados en su origen por los fondos que la Fundación
Atlantic Copper recibe de Freeport McMoran.
El señor Salgueiro, con todas sus titulaciones y membresías,
no es más que un títere manejado desde un rancho de Arizona, y sus palabras,
son la voz de su amo.
Texto: Pablo Cantero Castillo
Imagenes: Earthworks, EvB y Greenpeace, Freeport McMoran, Europa Press
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