En plena crisis del carbón hay una empresa interesada en
desarrollar una nueva explotación en Lena, concretamente, en alto de la
Cobertoria. Se trata de mina Julita, y si hay interés es porque el mineral que
se puede extraer de este macizo es carbón coquizable, mucho más rentable que el
tradicional. El problema han sido -y siguen siendo- los permisos
medioambientales por tratarse de una zona sensible. Y aparece un impedimento
más: el urogallo. El alcalde del concejo, Ramón Argüelles, informaba ayer de
que el Principado ha reclamado un informe biológico para determinar si en el
ámbito de desarrollo de la mina existe población de estas aves en peligro de
extinción.
El regidor, de Izquierda Unida, se mostraba preocupado por
este nuevo trámite administrativo. «Estamos hablando de una iniciativa
empresarial que podría crear hasta medio centenar de puestos de trabajo, muy
necesarios en el municipio y, con tantas trabas, podrían llegar a desanimarse»,
señaló. «Desde el Ayuntamiento no queremos que se inicie la actividad sin los
preceptivos informes técnicos y ambientales, pero esto urge y la administración
regional debería aligerar los plazos. Se ha generado mucha expectación en
Lena», añadió.
Argüelles recordó uno de los problemas que tiene esta
explotación: «Hay que habilitar un corredor de acceso, y eso hay que hacerlo
ahora, en verano, con el buen tiempo. Después, en los meses de invierno, a más
de mil metros de altitud, sería muy complicado». De hecho, el alcalde considera
que si no se concede ya el permiso regional, el proyecto sufrirá el retraso de
otro año o, incluso, se malogre.
Asimismo, explica que el carbón coquizable es un mineral muy
apreciado tanto en la industria siderúrgica, porque resiste temperaturas más
altas, como en la química. «Por eso, se trata de una explotación que tiene
futuro. Tiene reservas para más de treinta años». Y es que mientras que una
tonelada del carbón que extrae Hunosa puede tener un precio en el mercado de
unos 50 dólares estadounidenses (unos 38,5 euros al cambio actual); la de
Julita puede llegar a los 110 dólares (84,7 euros), más del doble.
Para unos, la apertura de la mina supone una esperanza de
creación de empleo. Para otros, se trata de un grave problema. Es el caso de
las asociaciones ecologistas. De hecho, recientemente ya mostraron su oposición
al inicio de la explotación en la reserva. La Coordinadora Ecologista de
Asturias presentó alegaciones ante el Principado sobre el proyecto. El
colectivo recuerda que este yacimiento «obtuvo una resolución negativa del
Principado en 2007 y también del Ayuntamiento de Lena, en 2009, para su
reapertura debido a su impacto ambiental. Ahora la empresa vuelve a intentarlo
sin muchos cambios significativos en el proyecto presentado a consultas». Los
ecologistas señalan que la compañía no presenta un estudio económico.
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