Terminamos en el Mineral Digital, este mes de Noviembre, con una reflexión sobre la génesis de una afición, del cómo se forja un mineralogista, a partir del interés de un niño por las piedras y los minerales.
Son muchos los niños que se interesan por esta bonita afición, y es labor de sus padres cuidar de que la desarrollen, encontrar el entorno adecuado donde la desarrollen, y elegir con quién la han de desarrollar.
Todos hemos disfrutado de esa figura llamada tutor, esa persona con más experiencia y conocimientos que nos ha introducido en los primeros trucos de la búsqueda y coleccionismo, de minerales, esa persona que nos acompañaba, aconsejaba, corregía y forjaba.
En ocasiones esa figura la ha representado uno de los progenitores, quien ha inculcado a su hijo esta pasión mineralógica, en otras no, ha sido ese primo, tío, abuelo o familiar. En otros casos ha sido un profesor de Ciencias, del colegio o instituto, incluso un amigo de la familia. Se dan casos también de auténticos autodidactas.
Si las primeras impresiones de un joven sin forjar, tienen que ver con el valor económico de los minerales, se le está dando una vía a seguir, en mi opinión, equivocada. La vía académica le ofrecerá impresiones similares, sin tarifas, y le proporcionará al niño la posibilidad de valorar los minerales por su belleza, por su rareza o por su formación. Esta vía, basada en la educación académica de una afición por despertar, pasa por la inclusión de lecturas adecuadas en sus hábitos diarios.
La diferencia crucial entre ambas vías, es decidir si se le educa en el consumo, o en el conocimiento.
Una vez en casa, o en el colegio, se conecta a la red y las visita, apenas puede procesar tanta información, nombre, localidad, características, precio, forma de pago, envío, etc…Después encuentra cada vez más información, foros, portales, blogs, paginas oficiales. Una abigarrada información a través de la cual conocerá personas que comparten la misma afición.
He aquí la segunda elección importante, de un padre o tutor, discernir cuales de los contenidos que su hijo consulta a través de la red son los adecuados para la formación del niño, un niño que ha sido orientado hacia la formación académica debe consultar webs educativas, de museos y centros de enseñanza, extenderle la afición a la naturaleza y a la geografía, a la geología. Exponer a un menor a contenidos llenos de imágenes impactantes de bonitos colores, anuncios de neón, y escaparates minerales, sigue siendo la otra opción, y esa, en la red, es mayoritaria.
Texto: Picapiedra
Imágen: Romeu