Un intento de robo ha acabado con el destrozo de casi todo el patrimonio minero del Lavadero San Carlos de Hiendelaencina, una de las instalaciones que un proyecto municipal incorporaba al futuro recorrido temático para mostrar al turismo su arqueología industrial. La Guardia Civil detuvo la semana pasada a un grupo de ocho ladrones que había fragmentado hornos de fundición, cintas transportadoras y otras máquinas para fabricar lingotes de plata, con el objetivo de cargarlas en un camión y venderlas como chatarra. No es la primera vez que esta nave sufre un intento tal de expolio, pero sí la que ha causado más daños, según el alcalde, Mariano Escribano, que dio el aviso de lo que sucedía al ser testigo del intento de robo.
La Subdelegación del Gobierno dio ayer a conocer el suceso, ocurrido la semana pasada, días antes de la Feria del Ganado del sábado, que congregó numeroso público en el también conocido como Día del Pastor. Segun el comunicado enviado por las autoridades, se detuvo a ocho personas como presuntos autores de un delito de hurto y otro de daños contra el patrimonio histórico y minero al ser sorprendidos sustrayendo diverso material en una nave municipal situada en las minas de la localidad de Hiendelaencina, también conocida como Las Minas, precisamente por el arraigo de este sector en el siglo XIX ligado a la explotación de un filón de plata.
Los ladrones, que responden a las iniciales de F.F.B., J.J.H., J.G.J., A.G.J., EJ.T.M., A.S.M., L.G.J., F.G.J., todos ellos varones con edades comprendidas entre los 21 y los 48 años, vecinos de Madrid, según detalla el alcalde de Hiendelaencina, que también asegura que se produjo un juicio rápido y que todos ellos sólo durmieron una noche entre rejas: “Creo que han quedado sueltos”, aseguraba ayer el regidor a este periódico, lamentando que el importante patrimonio minero para el municipio se haya tomado por simple chatarra.
Según han informado Subdelegación y el Ayuntamiento, los ladrones se habían encargado de realizar diversos cortes con sopletes para fragmentar el material de la nave, correspondiente al Lavadero de San Carlos. “En el momento de la detención, disponían de gran cantidad de material apilado en un lateral de la instalación, presuntamente preparado para su posterior transporte en dos furgonetas, un camión y un turismo propiedad de los detenidos”, según Subdelegación. El propio alcalde había advertido la presencia de estos ladrones el día anterior a la detención, pero huyeron. Al día siguiente, al regresar a las inmediaciones de las instalaciones mieras, Escribano avisó a la Guardia Civil, una de cuyas patrullas acudió desde su puesto de Jadraque, para cazarles esta vez ‘in fraganti’, intentando desplazar el cargamento.
“Nos han hecho un destrozo irreparable”, valora el alcalde de Hiendelaencina, Mariano Escribano, que trasladaba el disgusto existente en el municipio por los hechos denunciados e insiste en que “lo que se ha roto es ya irrecuperable”, asegura. “Lo han devorado con soplete, haciendo pequeños trozos para cargarlo en el camión y venderlo en chatarrerías”, relata el regidor, dolido porque esta “chatarra” tenía en realidad un valor patrimonial destacado para el municipio, más aún cuando tienen en marcha un proyecto para hacer visitable el pozo de Santa Catalina y el propio Lavadero de San Carlos, la nave afectada.
Estas instalaciones eran el punto al que iba a parar la plata extraída en bruto en yacimientos como el muy próximo de Santa Catalina. Allí se lavaba el material extraído y se fabricaban los lingotes. Estas instalaciones, procedentes del siglo XIX, estuvieron activas de nuevo en los años noventa y contenían allí todavía maquinaria y materiales útiles para el proyecto de recuperación del pasado minero.
“Queríamos remodelarlo e incluirlo dentro del proyecto [de recorrido turístico] para explicar allí cómo llegaba el material de la mina, se lavaba y el proceso que se llevaba a cabo para hacer los lingotes”, explica el regidor, que de hecho trasladó en estas mismas instalaciones durante quince años. Aunque el apogeo minero de Hiendelaencina sucedió en la segunda mitad del siglo XIX, con la llegada de sociedades extranjeras –sobre todo británicas–, un proyecto de una empresa de la localidad minera de La Unión (Región de Murcia) recuperó la actividad en 1977 y lo mantuvo activo hasta mediados los años noventa.
Fuente: El Día Digital.
Texto: R. M.
Imagen: Monsacro