martes, 12 de junio de 2018

La ley de minas española de 1973: el Opus Dei, Franco y el Partido Popular.

                     Gobierno de Franco en 1973


En esta España del 2018 aún nos manejamos con reglamentaciones preconstitucionales, el caso de nuestra actual ley de minas, que data de 1973, y cuya base es el Plan de Desarrollo Social de 1969, sea posiblemente un caso único en legislación minera dentro de la Unión Europea.
Para entender por qué un estado miembro de la Unión Europea, en pleno siglo XXI funciona con una reglamentación minera obsoleta, alejada de la normativa europea, y que no ha conseguido nunca el consenso para su reforma o derogación a través de cauces constitucionales, hemos de recordar el pasado.

En 1969, el gobierno de Franco, compuesto por personas del Opus Dei, la iglesia nacional católica y los falangistas, lanza el Plan de Desarrollo Social español, cuyo objetivo era: “Modernizar España”. Fruto de este primer año del plan, estalla MATESA, un escándalo de corrupción y evasión de capitales a Suiza que salpica a exministros de Franco y miembros empresariales destacados del Opus Dei. El dictador indulta a todos antes de conocerse la sentencia.
                          José María López de Letona y Núñez del Pino

Del tropezón de MATESA, surge el decimosegundo gobierno de Franco, compuesto por nueve hombres del Opus y tres falangistas, uno de estos hombres es el descendiente de una larga estirpe militar española, D. José María López de Letona y Núñez del Pino (Burgos 1922), quien es el encargado entre otras cosas, de aprobar la Ley de Minas  de 1973 que rige actualmente en nuestro país, también funda el Círculo de Empresarios, siendo su presidente hasta casi su fallecimiento, su hijo es hoy vicepresidente de dicho Círculo, el más potente económicamente del Estado español.
Tras MATESA, se comprobó que  los fines corporativos del Opus Dei eran controlar las finanzas vaticanas y conseguir la mayor hegemonía financiera posible, para ello debía generar un capital sin estado, y ahí estaba el comercio internacional, el mejor modo de que ocultos beneficios pudieran circular entre países con diferentes sistemas legales y fiscales.
Hoy, el vicepresidente del Círculo de Empresarios, D. José María López de Letona Olarra, y su hijo, D. Gonzalo López de Letona Oñate, son administradores de la empresa INVEXCEL Patrimonio EAFI S.L., una empresa de asesoramiento financiero para familias y fortunas de alto standing, radicada en Madrid.
                         José María López de Letona Olarra, y su hijo

En dos ocasiones se ha intentado más o menos en serio reformar la ley de minas española, en ambas ocasiones fue el Partido Popular, con Aznar en el 2003, y con Rajoy en el 2015, quienes ha intentado sacar adelante un nuevo texto, que ayude a las empresas españolas a trampear la normativa europea sobre escombreras y contaminación de acuíferos, entre otras cosas. En ambas ocasiones no ha salido adelante dicha reglamentación nueva, en ambos casos, los ministerios correspondientes estaban ocupados por hombres del Opus Dei.
¿Qué hace por tanto tan interesante e inamovible ésta obsoleta ley minera? Que prioriza los derechos del explotador, cualquier explotador/empresario, sobre cualesquiera otros.
Las escasas victorias ecologistas contra esta minería insostenible a todas luces, se han producido con la reglamentación europea sobre restauraciones y medioambiente, la actual ley de minas es una autopista empresarial perfecta para invertir, expropiar, especular, estafar, lavar y evadir dinero del país.

Y de esto, sabían mucho el Opus Dei, Franco y el Partido Popular, va siendo hora de que la reglamentación minera española sea un calco de la reglamentación europea más avanzada y exigente con el cumplimiento de las normas. Una reglamentación que priorice y equilibre, que ayude y produzca, que sea un verdadero fondo de empleo y sostén futuro de las nuevas generaciones de trabajadores y técnicos de la minería española.
El tufo a rancio y podrido de la actual ley de minas, y de quienes quisieron reformarla a peor durante la democracia, acompañado del interés empresarial de colmillo goteante, también llamado “grupos de presión”, que vienen a ser los que toman café con el monarca actual mientras obreros de ETT les sirven las tazas y limpian sus babas, ese tufo, debe ser derogado.
Saludos norteños.

Texto: Picapiedra
Imágenes: Tiempo, Ecologistas en Acción, Cuarto Poder, Invexcel, 



2 comentarios:

El tejón dijo...

Estamos como queremos...

Picapiedra dijo...

O como nos quieren tener Tejón, o como nos quieren tener.
Salud

 
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